Dedicado con mucho cariño a Rafael y Francis , mis padres.
Nunca estuve tan lejos de casa…y nunca me sentí tan cerca a la vez. Puedo imaginar lo que sintieron aquellos antiguos exploradores sabiendo que su aventura les alejaría quizás para siempre de sus seres queridos. Pero también me puedo imaginar lo que sentirían los padres y madres de esos aventureros. Quizás algo parecido a lo que sienten los míos cada vez que le hablo de un nuevo proyecto por el mundo.
No tiene que ser nada fácil,sobretodo al principio. Saber que algo tan importante para ti se marcha lejos de casa y que,si el destino te juega una mala pasada,quizás nunca lo volverás a ver ,es algo realmente duro. Supongo que ante este tipo de situaciones la única opción es no pensar esas cosas Ni mi padre ni mi madre son aventureros,ni especialmente viajeros,pero claro,tampoco son buzos ni músicos. Está claro que todo el cariño y educación que me han dado ha derivado en una mezcla explosiva creando un alma inquieta.
Por desgracia los hijos habitualmente no valoramos lo que nuestros padres han luchado y sacrificado por nosotros hasta que o somos padres o reflexionamos un poco al ir haciéndonos mayores. Yo ya lo valoro hace tiempo aunque no siempre lo demuestro. Espero valorarlo mucho mas con el paso del tiempo. Siempre en la vida las cosas van al revés, muchas cosas llegan demasiado tarde cuando pienso que deberían estar ahí desde el principio. Una pena.
La península antártica nos recibía discretamente dándonos la bienvenida con aguas tranquilas y cada vez mas grandes témpanos de hielo a la deriva. La temperatura no había disminuido especialmente pero el aire frío era mucho mas seco de lo normal,pues en la Antártida,pese a ser uno de los lugares mas fríos , no existe la humedad en el aire ya que es el lugar mas seco del planeta.Curioso ,no?
Pasear por la cubierta ya no era igual que antes,ahora todo tenía un color bastante mas blanco y el suelo se convertía en una pequeña pista de patinaje. El radar del Puente del Molchanov había cambiado su apariencia por completo. Ahora mostraba grandes manchas dispersas por todos lugares alrededor del barco. Navegábamos por un canal de témpanos o ” Icebergs “.
El sonido del barco al navegar también era claramente distinto. Los estruendos al ir abriéndonos camino entre los hielos flotantes nos acompañaban durante la travesía. Solo faltaba un lejano y misterioso canto para sentir que definitivamente me encontraba dentro de un cuento de misteriosas aventuras blancas en el último confín del planeta.
Pero lo mas maravilloso se encontraba fuera del Molchanov. Cualquier lugar al que mirase me devolvía una imagen para almacenar en mi retina. Enormes montañas blancas cuya cumbre no alcanzaba a ver la vista parecían observarnos en silencio. Grandes aves antárticas nos acompañaban para inspeccionar a los “seres llegados del norte”. De repente….algo aparecía y desaparecía en al agua. Los simpáticos Pingüinos antárticos nos daban la bienvenida saltando y surcando el agua a toda velocidad!. Espera…eso otro es demasiado grande para ser un pingüino….las Orcas también querían saludarnos. Mi instinto de pez me hacía pensar en saltar al agua para tener un verdadero encuentro con estos seres,pero desaparecían bien rápido las ganas al sentir el frío antártico en mis manos al quitarme los guantes para tomar fotos durante unos segundos. No imaginaba que durante los próximos días yo sería uno mas de estos seres viviendo la Antártida ” en primera persona “.
Pero esas primeras emociones ya se quedaban pequeñas…quería bucear !. El ajetreado paso de Drake no nos había permitido ni tan siquiera preparar nuestro equipo de buceo por lo que al tercer día preparamos todo rápido y al agua!!!
Os cuento un poco como es la maniobra y en qué consiste el buceo en la Antártida:
1- Máxima profundidad 20m. Máximo tiempo buceando 45 min. Estas indicaciones no servían de nada ,pues nadie quería bajar tanto debido al descenso de temperatura, y todos nos cagábamos de frío mucho antes de los 45 minutos .
La norma era : ” cuando comencéis a perder sensibilidad en los dedos de la mano, salid del agua urgentemente “.Ni el mejor traje seco ni el mejor equipo impedían que te helases buceando en la Antártida.
En mi situación, al no poder viajar con todo el equipo requerido en este tipo de buceo, mi equipo habitual era: 5 camisetas,1 chaleco térmico,1 polar,2 pantalones,5 pares de calcetines y, encima de todo esto, mi traje seco prestado por Maxi, (mi amigo de Puerto Pirámides,recordáis?). Pues pese a toda esta ropa,mi record buceando creo que estuvo en 35 minutos. Como anécdota ,os cuento que mi buceo mas corto duró 3 minutos cronometrados por mi ordenador de buceo, pues en dicho buceo no ajusté bien mis guantes y tres minutos después de sumergirme mis manos sufrían un dolor espantoso que no conseguí aliviar hasta pasado bastante tiempo fuera del agua. Mi ordenador marcaba -3°C en ese buceo. (Dato: el agua salada se congela entre los -3 y -4°C.)
2- La maniobra consistía en subir en la Zodiac e ir buscando durante 40 o 50 minutos focas, colonias de pingüinos o ballenas para bucear con ellas. En caso de no haber suerte o si nos apetecía buceábamos bajo los icebergs, que sin duda fue una de las experiencias mas emocionantes que he tenido buceando.
3- Ningún guía buceaba con nosotros,cosa que me sorprendió y que después del primer buceo entendí. Al tratarse de un buceo “extremo”, los guías no se metían en el agua excepto en caso de emergencia,simplemente nos asistían al bajar y subir de la Zodiac. Al ser todos buzos experimentados ,simplemente se sigue la dinámica de bucear en parejas pero libremente,sin grupo ni guía a seguir, siendo cada uno responsable de su propia seguridad .
4- Una de las primeras cosas que los guías nos comentaron es ” ojo con la foca Leopardo “.Es un animal muy peligroso, mantened la distancia, no os acerquéis …para qué dijeron nada. Creo que nunca he tenido un encuentro tan intenso y cercano como el que me enfrentó cara a cara con un enorme macho de 3 metros de foca Leopardo unos días después.